REVISTA APERTURA – MAYO 2019
Tendencias:
A LA CONQUISTA DE LOS MILLENIALS
Los emprendimientos de Casa Campus fomentan los espacios colaborativos. Atentas a las demandas de las nuevas generaciones, las propuestas de co-living crecen en el mercado local. Quiénes se suman a la corriente. Los proyectos en marcha que ponen el foco en ese público. La expansión del co-living no es novedad a nivel mundial. En el país, cada vez son más los proyectos que se suman a esta tendencia. `Uno de los pilares fundamentales del co-living es la economía colaborativa. Además de compartir lugares de trabajo, las nuevas generaciones, en su mayoría millennials, comienzan a transformar la manera de coexistir. En estos nuevos espacios un grupo de personas decide compartir también las áreas comunes de un hogar: cocina, sala, área de lavado y demás`, dien Casa Campus es simplificar esto y ayudar a crear conexiones valiosas entre nuestros miembros. No es solo un estilo de vida más sencillo sino también la posibilidad de interactuar con gente de todo el mundo, compartiendo culturas y tradiciones`, sostiene, y explica que el sistema de apoyo en los edificios es una pieza clave para que quienes los habitan puedan tengan todo resuelto.
Las propuestas de co-living como Casa Campus ofrecen un balance entre espacios comunes con espacios privados. El proyecto recientemente lanzado en Palermo, por ejemplo, cuenta con un gran espacio para gym y pileta, espacio de coworking, lounge, sala y terraza. Además, ofrece tres tipologías de departamentos equipados: monoambientes de 28 o 32 m2 con kitchenette lanta que están en negociaciones por edificios listos en el barrio de Belgrano, y las ciudades de Rosario y Córdoba. También se encuentran en conversación por nuevos desarrollos en Núñez, Recoleta, Córdoba, Rosario, Neuquén, Santiago de Chile, Montevideo y San Pablo, entre otros. La apuesta es a la expansión.
Otro proyecto en esta línea que pisa fuerte es el `Distrito de Innovación HIT`: un complejo de usos mixtos de 100.000 m2 en el Distrito Tecnológico. Según cuenta el arquitecto y desarrollador Alejandro Gawianski, fundador de HIT -uno de losplayers locales más importantes de co-working- este emprendimiento incluye no solo co-living sino también co-learningy co-working. El proyecto contempla un Centro de Altos Estudios, dos edificios de oficiñas de 40.000 m2 para co-working, locales comerciales y un edificio de co-living de 500 unidades residenciales para la convivencia y vida en comunidad con departamentos de 1 y 2 ambientes. Además, contará con amenities relacionados con gastronomía, wellness y convenciones, además de espacios verdes de recreación y plazoletas, entre otros.
`El co-living interpreta una nueva necesidad de los millennials de vivir en forma colaborativa, donde pasan las cosas y tienen oportunidad de socializar. Este proyecto para cambiar la matriz productiva del trabajo por una nueva del conocimiento, donde los jóvenes puedan desarrollar su potencial en forma más eficaz, sin tanta burocracia universitaria y con facilidades`, dice Gawianski. El fundador de HIT analiza, además, los beneficios de este modelo y explica que, desde el punto de vista del consumidor, es una alternativa para los jóvenes porque les permite llegar más rápido a la independencia, con un contrato mucho más flexible y más económico, ya que con el pago del alquiler tienen todo resuelto. Desde el punto de vista del mercado inmobiliario presenta una alternativa a la renta tradicional y Gawianski ve con buenos ojos las perspectivas de crecimiento en el país. Nuevas ideas Los intereses de los nuevos consumidores abren el panorama. Desde la desarrolladora Jack Green, una de las novedades es Alley, un proyecto de viviendas multifamiliar con espíritu joven, cosmopolita y sustentable sobre Sánchez de Bustamante y Billinghurst. El diseño, a cargo del estudio francés AS Architecture Studio, está conformado por dos semitorres conectadas por un pasaje adoquinado que atraviesa la manzana y acceso desde ambas calles.
Martín Urgoiti, socio de Jack Green, cuenta que habrá departamentos de 1, 2 y 3 ambientes y la mayoría de las unidades tendrán entre 45 y 130 m2. Además, en planta baja habrá 9 townhouses (pequeñas casas) y, por encima de estas, un corredor de biodiversidad. En este espacio de altura se ubicarán la mayoría de los amenities: pileta descubierta, gimnasio, cocina comunitaria y espacio de co-working. `El concepto de Alley es la conexión: entre las personas, la naturaleza y urbanidad, y lo sustentable`, describe el socio de Jack Green.
Su par en la desarrolladora, Diego Zappella, cuenta que en muchos casos los compradores de Alley han sido millennials con poder adquisitivo propio o ayudados por sus padres. Fueron ellos, afirma, los que influyeron y seleccionaron Alley. `El segmento millennial es muy desafiante y exigente, y eso es una fuente de inspiración y búsqueda constante. El nuevo público está a la búsqueda de experiencias constantes. El edificio plano, sin amenities ni espacios compartidos, pierde porque los millennials no sólo buscan metros cuadrados`, dice el arquitecto y socio.
`El edificio sin amenities ni espacios compartidos pierde porque los millennials no solo buscan metros cuadrados.` de Grupo Uno en Uno, Diego Rybka. Entre los emprendimientos del grupo se destaca Casa HO -sobre el corredor Donado-Holmberg-, el primer proyecto de América latina que posee una rampa para bicicletas que permite recorrer el edificio pedaleando.
Grupo Uno en Uno trabaja en Vitta Palermo y Mendoza Ho, proyectos en los que Rybka subraya la importancia de los espacios comunes para vivir experiencias compartidas. En Vitta habrá un bosque de 400 m2 que conecta los dos edificios con espacios para fomentar el encuentro, mientras que en Mendoza Ho hay un fogón que permite vivir una experiencia vacacional en la ciudad. `Son proyectos dinámicos, con muchos amenities y espacios comunes. Esto incluye desde los clásicos gimnasios y SUM hasta salas de ensayo, fogones, siestarios, huertas, bosques de árboles cítricos o parrillas con lounge`, cuenta el arquitecto, que considera que las búsquedas de esta generación pueden servir para encontrar nuevas formas de vivir los edificios que beneficien a todos, sin importar a qué grupo generacional pertenezcan.
Ari Milsztejn, socio de G70, desarrolladora a cargo de We Building, define a los nuevos consumidores como hiperconectados y con altos valores sociales y éticos. En este sentido, los proyectos We Building incluyen tipologías de unidades chicas, que contemplan espacios comunes como biblioteca, sala de estudio, quincho, salón de reuniones, bicicleteros y espacios verdes. `Esta generación busca flexibilidad, diseño, encuentro, tecnología, seguridad y sustentabilidad. Los desarrolladores apuntan a edificios sustentables con una maximización de los ambientes de uso común, que incluyan lugares de trabajo compartidos, áreas de co-workingy ambientes integrados que permitan unir o separar las áreas sociales y privadas`, dice.
Flavio Galli, CEO del Grupo Tueroc, cuenta que trabaja con dos desarrollos orientados al público millennial: uno en el Distrito Tecnológico de Parque Patricios y otro en obra, en el inicio de la 9 de Julio Sur, en Bernardo de Irigoyen y San Juan. Este último, cuenta, tendrá 14 pisos de usos mixtos, con amenities que sirven de transición entre lo comercial y la vivienda.
Galli apunta que, si bien existe una gran demanda, los desafíos no son pocos. `Necesitamos grandes cambios en la mentalidad de todos los jugadores para adaptarnos a las necesidades de esta nueva generación. Una gran preocupación es que los millennials aún no logran desarrollar habilidades para control de gastos o mecanismos de ahorro. Tampoco los veo endeudarse con créditos a 30 o 40 años. Si le sumamos que el país no acompaña a nivel crediticio, termina generando una gran incertidumbre en cómo responderán los desarrollos`, afirma, y añade que los costos son más elevados que los de edificios tradicionales, pues están pensados con una gran calidad de equipamiento en el interior y muebles de diseño. La incorporación de tecnología también hace aumentar los costos, al igual que los amenities, que ocupan más metros cuadrados. Se trata, parece, de construir para el futuro.
Gabriela Koolen